La Barcelona alternativa: cinco recomendaciones no masificadas para tus huéspedes

Gestión de apartamentos turísticos en Barcelona-1 Lodging Management

Barcelona es una ciudad increíblemente turística. Entre la playa, la montaña, la arquitectura modernista, las ruinas romanas y una enorme cantidad de restaurantes y bares, los turistas tienen entretenimiento para años.

Pero ¡cuidado!, quizá tus huéspedes no son los típicos turistas. Y lo cierto es que, como propietario de un piso turístico, has de saber que tus clientes son viajeros expertos que huyen de los hoteles caros y de atracciones masificadas como la Sagrada Familia, en busca de una experiencia turística más auténtica.

Así que, ya que estás en el negocio de la gestión de apartamentos turísticos, ¿qué les recomendarías visitar para que quedasen satisfechos?

Te recomendamos cinco lugares fantásticos en Barcelona que podrían ser considerados turísticos pero que al mismo tiempo no dejan de ser locales en los que pueden sentirse a gusto los habitantes de la ciudad y también los visitantes de la otra punta del planeta.

 

La Caseta del Migdia

Montjuic es una de las maravillas de Barcelona. Podríamos dedicar un post entero a hablar de las espectaculares vistas y lugares para visitar en esta montaña en el extremo suroeste de la ciudad. La Caseta del Migdia ofrece un poco de lo mejor de Barcelona: un bar al aire libre, unas vistas espectaculares de la ciudad y del mar, sillones confortables, un refrescante bosque de pinos, carne asada en la barbacoa, música tranquila de fondo… ¿Se puede pedir algo más?

Para llegar, tendrás que utilizar el camino que recorre la zona de la fachada de mar del castillo de Montjuic o seguir las señales y el camino sinuoso que lleva hacia el castillo desde la llegada del funicular. En otoño y en invierno, está abierto desde mediodía hasta la puesta del sol, sábados y domingos. En primavera y verano el horario se amplía.

lacaseta.org

Can Paixano

Hay muchos bares en Barcelona, pero pocos con el atractivo y el sabor añejo de Can Paixano. Este bar de tapas y vinos es el cielo de aquellos que quieren codearse con… bueno, con todo el mundo. El local suele estar atestado a mediodía y a veces es difícil deslizarse entre la gente para entrar o salir. Si logras llegar a una distancia prudencial del camarero, que sorprendentemente nunca anotará nada de lo que le pidas, deberás pedirle una botella de cava para acompañar un grasiento bocadillo recién salido de la parrilla. Todos tus escrúpulos desaparecerán cuando que te des cuenta de que tienes que tirar el envoltorio del bocadillo al suelo.

En la parte trasera, los propietarios, que producen cava desde hace más de 40 años, tienen una pequeña bodega en la que puedes comprar botellas y comida enlatada para llevarte a casa.

Si no soportas las multitudes, acércate a las 9 de la mañana, cuando el bar abre, y disfruta de un vermut de grifo, como si fueras un vecino de la Barceloneta.

Lunes a sábado, de 9:00 a 22:30h.

Carrer de la Reina Cristina, 7

canpaixano.com

Platja de l’Eixample

Si los huéspedes de tu apartamento turístico tienen hijos, seguramentetendrán que hacer ciertas concesiones por lo que respecta a las actividades. No es habitual que los pequeños de la casa quieran pasarse el día vagando en modo contemplativo por las calles de la ciudad. Si están en la ciudad durante el verano y buscan una pequeña aventura para los niños, dirígelos hacia los Jardines de la Torre de les Aigües, en el barrio de l’Eixample. Esta zona, en la parte interior de una de las típicas manzanas de l’Eixample, se ha trasformado en una playa en miniatura para los más jóvenes, con una piscina poco profunda, que refrescará y hará las delicias de la familia en los meses más calurosos, y un montón de arena para jugar.

Si tus huéspedes prefieren no hacer todo el camino hasta la playa, esta es una buena opción. Desde la calle, camina a través del pasaje para comprar los tickets. Abierto de 10:00 a 20:30h desde el 25 de Junio hasta el 9 de Septiembre.

Entrada: 1,60€

Carrer de Roger de Llúria, 56

Iglesia de Sant Pau de Camp

En caso de recibir a unos huéspedes aficionados a la historia, este es un lugar que seguro que tendrán en la lista. Sant Pau de Camp, muchas veces ignorada en la ruta que une La Catedral, la Sagrada Familia y Santa Maria del Mar, es la iglesia más antigua de Barcelona.

Construida por los monjes Benedictinos en el siglo X y reconstruida en los siglos XI y XII, esta iglesia destaca por su buen estado de conservación y por el hecho de ser un raro ejemplo de arquitectura románica en Catalunya, en el entorno urbanístico de la Barcelona de hoy en día, Sant Pau de Camp se encuentra en medio del barrio del Raval, una zona perfecta para pasar el resto del día recorriendo las calles, comer y saltar de bar en bar. Dos pájaros de un tiro. ¿Podría ser mejor?

Carrer de Sant Pau, 99

El Mercat del Born

Podríamos pasar el día quejándonos por la desaparición de las tiendas de toda la vida, transformadas en aburridos supermercados. Barcelona ha intentado mantener al menos algunas de sus tradiciones en cuanto a las compras de alimentos se refiere. La ciudad ha invertido tiempo y dinero en sus mercados locales, y no estamos hablando únicamente de la famosa Boquería. Grandes proyectos de restauración han puesto de nuevo en valor dos de las más bellas estructuras de hierro de la ciudad, en el Mercat de Sant Antoni y el Mercat del Born, ambas obras del arquitecto modernista Antoni Rovira i Trias.

Cuando en 2002 comenzaron las obras que debían convertir el Mercat del Born en una biblioteca, se descubrió una gran cantidad de restos arqueológicos bajo su suelo, y se decidió preservar la zona, dedicándola a espacio público museístico. No te pierdas el paseo por ese espacio para hacerte una idea de cómo eran las calles de la ciudad a principios del siglo XVIII.

Plaça Comercial, 12

elbornculturaimemoria.barcelona.cat